Cultura Impopular

El blog de Espop Ediciones

miércoles 30 de diciembre de 2009

Schulz encarcelado


Una tira navideña de Peanuts incluida en Schulz, Carlitos y Snoopy.

Descubrir Peanuts de adulto es una suerte, una experiencia que permite comprobar hasta qué punto la atmósfera corrosiva de la aldea global de McLuhan podía corromper completamente una creación hasta convertirla en merchandising puro que se fagocita a sí mismo hasta hacerse irreconocible.
Y más suerte todavía es disponer de la biografía de Schulz escrita por David Michaelis, un repaso a la vida del creador de una exhaustividad increíble (sólo superada por la de Milton Caniff escrita por R.C. Harvey) que permite desentrañar claves fundamentales de esta obra maestra. Michaelis explora con minuciosidad todos y cada uno de los pasos vitales de Schulz, documentándolos y encontrando correlaciones que permitan entender la evolución paralela de la serie, comprendiendo hasta que punto Schulz, más que Charlie Brown, era Peanuts. Reconozco que el estilo de prosa engalanada de Michaelis me carga un poco, pero apenas importa ante la avalancha y profusión de datos, ante lo titánico de la investigación, en un análisis tan concienzudo que entierra el peligro de caer en la hagiografía. Es todo un privilegio poder asistir como lector a la creación de un clásico, desgranando todas y cada una de las decisiones del autor, desde las personales a las impuestas, comprendiendo simultáneamente a creador y creación.

Álvaro Pons reseña Schulz, Carlitos y Snoopy. Una biografía.
Sigue en La cárcel de papel.

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martes 1 de diciembre de 2009

La esencia y la lírica

Los recursos podían ser tradicionales, pero el resultado no lo era. Era novedoso, innovador, único. Entre esos recursos de tebeo estaba desde luego el propio dibujo, un dibujo prodigioso por todo lo que era capaz de expresar desde una síntesis tan extrema, insólita en su momento (otros autores de prensa de los cincuenta se quejaron porque Schulz empezaba a ganar más que ellos dibujando mucho menos). Un dibujo mínimo, «caligráfico», tan equilibrado y bien resuelto que resulta imposible de imitar. Lo más llamativo es que Schulz llegó a esa extrema síntesis en gran parte por necesidades comerciales, debido a imposiciones industriales derivadas del soporte y el formato: para vender mejor PEANUTS a los periódicos, la agencia que contrató a Schulz redujo las dimensiones de la tira a un tamaño inferior al habitual, y Schulz tuvo que buscar la forma de que sus pequeñas viñetas (que también eran de tamaño regular, todas iguales y casi cuadradas para que pudieran remontarse, en horizontal o en vertical según las necesidades de cada periódico) destacaran en las páginas de los diarios que las publicaban. Descubrió que cuanto menos dibujaba, cuanto más simplificaba personajes y fondos, mejor se veían las tiras en las atiborradas páginas de los periódicos. Pero en esa síntesis gráfica había otro hallazgo. El dibujo es forma, pero la forma también es contenido, y por eso el dibujo de Schulz es inseparable de la esencia de PEANUTS. En ese decir lo más con lo menos estaba el tono de la tira.

Realizada durante cincuenta años seguidos por Schulz, solo y sin ayudantes (es difícil imaginar la visión artística que se necesita para eso, la vocación, la confianza en lo que se hace, o la necesidad de hacerlo), PEANUTS es por encima de cualquier otra cosa un tono, un paisaje mental, un sentimiento abstracto.

Pepo Pérez en «La vida interior». Sigue en su blog, Es muy de cómic.

Aunque no se puede negar que el estilo limpio y minimalista de Schulz es una fuente constante de inspiración para Ware y compañía, es evidente que su influencia va más allá del aspecto gráfico. Es más bien el minimalismo argumental, el despojamiento narrativo y el interés por la representación a través del cómic de estados de ánimo o «no incidentes» lo que sin duda fascina a estos autores interesados en narrar todo aquello que hasta ahora no se había narrado con viñetas.
Excepto en Peanuts, tal vez.
En Apocalípticos e integrados (1965), Umberto Eco incluyó un ensayo sobre «El mundo de Charlie Brown», en el que escribía: «Desde que el mundo es mundo, artes mayores y artes menores han podido prosperar casi siempre únicamente en el ámbito de un sistema dado que permitía al artista cierto margen de autonomía a cambio de cierta sumisión a los valores establecidos: y que, con todo, en el interior de estos varios circuitos de producción y de consumo, se han visto surgir artistas que, valiéndose de ocasiones concedidas a todos los demás, lograron transformar profundamente el modo de sentir de sus consumidores desarrollando, en el interior del sistema, una función crítica y liberadora. Como siempre, es cuestión de genialidad individual, de saber elaborar un discurso lo suficientemente límpido, incisivo y eficaz para lograr el dominio de todas las condiciones dentro de las que, por la fuerza de las cosas, se mueve».

Continuaba Eco planteando dos vías posibles para elaborar ese discurso: una de ellas la ejemplificaba con la sátira intelectual de Jules Feiffer y su Sick, Sick, Sick. La segunda vía la representaba Krazy Kat de George Herriman, y era en esta tradición en la que insertaba a Peanuts. Es curioso que Eco relacionase a Peanuts con este cauce que él llamaba «lírico», ya que Michaelis también insiste en la influencia de la obra de Herriman sobre Schulz. Parece evidente, pues, que Peanuts es uno de los grandes cómics artísticos de la historia, un cómic que parece destinado a satisfacer las demandas de los lectores más inteligentes.
Entonces, yo me pregunto, ¿cómo es posible que también fuera uno de los cómics más populares de todos los tiempos? ¿Cómo podía ser el favorito de las élites el producto más groseramente masificado?
Estamos acostumbrados a pensar que las obras verdaderamente brillantes y originales están condenadas a la incomprensión por parte de las masas (véase precisamente el caso de Krazy Kat). ¿Cuál es el secreto de la magia de Peanuts?

Santiago García en «Schulz, Carlitos, Snoopy y nosotros».
Sigue en su blog, Mandorla.

Charles Schulz firmando ejemplares a finales de los cincuenta.

Amanezco con estas dos pedazo de entradas en el lector de RSS y… bueno, ¿qué puedo decir? Que se me ocurren muy pocas maneras de empezar mejor el día. Y que para todos aquellos que no pudisteis asistir a la presentación de Schulz, Carlitos y Snoopy el pasado domingo, esta es la mejor manera de recrear lo que allí se dijo: lo tenéis casi todo en estas dos entradas, perfectamente expuesto y depurado. Y al igual que en la presentación, lo importante no es lo que se diga o se deje de decir sobre el libro de David Michaelis, que en el fondo es algo puntual; no son reseñas (aunque podrían serlo). Lo importante es el modo en el que Pepo y Santiago van al meollo de lo que es y lo que representa Peanuts, la obra maestra de Schulz, por qué la consideramos como tal y qué peso ha tenido no sólo en el desarrollo de la historieta sino de la cultura popular del siglo XX en general. Que no es moco de pavo, vamos. De modo que, ¿qué hacéis todavía aquí? ¡Ya estáis tardando en leerlas!

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viernes 2 de octubre de 2009

Conectado

Pincha para ver el artículo en grande.

Hoy, en la sección Conectado del suplemento On Madrid, del periódico El País, aparece un texto escrito por Gorka Elorrieta a propósito de Es Pop Ediciones. He pensado que podía estar bien complementarlo colgando aquí la entrevista completa que me hizo Gorka hace unas semanas para preparar el artículo. Quiero aprovechar también para darle las gracias a Gorka por la batería de preguntas que se curró, a pesar de que la sección es cortita y se la podía haber liquidado en dos patadas, y a Jesús Pérez por su paciencia y por las fotos que ilustran el post. No dejéis de visitar su web, donde encontraréis cantidad de instantáneas majas y modelos mucho más agraciados.

¿Cuánto tiempo llevabas rumiando lo de lanzar una editorial?
Supongo que la idea debía ir madurando sin que yo me diera cuenta prácticamente desde que empecé a traducir para otras editoriales, unos diez años aprendiendo todo lo posible sobre el negocio. Luego, que empezara a planteármelo en serio, hará unos tres años.
¿Cuál fue el impulso definitivo?
Pregunté por los derechos de los dos libros que más me apetecía editar, más que nada por informarme, y dio la casualidad de que ambos estaban libres. Pensé que nunca me lo iban a volver a poner tan a huevo y que había que lanzarse. Así, aunque las cosas no fueran bien, por lo menos me habría dado el lujo de empezar exactamente tal y como yo quería.
¿Y cómo está el patio para colocar libros como los tuyos?
Bien y mal. Bien porque los libros interesan y están vendiendo a buen ritmo, pero mal porque las distribuidoras en general son excesivamente cautas. Muchas veces si no conocen el material no se arriesgan, y en ocasiones hay algunas que ni se lo miran, te dicen que ya trabajan con demasiadas editoriales y pasan de ti, así que llegar a todos los sitios a los que queremos llegar está resultando algo más complicado de lo previsto. Afortunadamente, los sitios a los que sí llegamos con las distribuidoras que tenemos están dando buen resultado y la venta por correo está funcionando muy bien. También cada día hay más libreros que nos hacen los pedidos directamente.
La biografía de Mötley Crüe ya va por la segunda edición. ¿Era algo que esperabas?
No suelo pecar de optimista, pero en este caso sí que lo tenía bastante claro. Por eso es el número uno de la colección, porque todos los que vengan detrás van a vender mucho menos (risas).
Y El otro Hollywood ha tenido muy buenas reseñas… ¿Duerme uno más tranquilo?
Las reseñas se agradecen mucho, desde luego, y te alegra que un libro en el que crees a pies juntillas sea tan bien recibido, pero en última instancia el único somnífero eficaz son las liquidaciones. ¡Para qué mentir!
¿Fue complicado hacerse con los derechos para traducirlos y editarlos aquí?
La verdad es que no. De hecho, probablemente fue la parte más sencilla de todo el proceso.
Por cierto, ¿cuánto tiempo te mantuvo enfrascado la traducción de El otro Hollywood?
Unos seis meses. Lógicamente, no a jornada completa.


¿Puedes adelantarnos qué vas a editar próximamente?
En un par de meses lanzaremos Schulz, Carlitos y Snoopy, una biografía del creador de Peanuts escrita por David Michaelis y, si todo va bien, para primeros de año saldrá la autobiografía de Slash, guitarrista de Guns N’Roses y Velvet Revolver.
Dime algún libro que te gustaría haber editado y que pudiese entrar en la filosofía de Es Pop Ediciones.
Hay dos en concreto que me hubiera encantado publicar, entre otras cosas para dar una imagen un poco más amplia de lo que quiere ser la editorial, que quede claro que no nos vamos a limitar sólo a biografías de roqueros excesivos o a temas escabrosos. Uno era Milagros de vida, la autobiografía de J. G. Ballard, que finalmente editó Mondadori, y el otro Ligeramente desenfocado, la crónica de Robert Capa sobre sus vivencias en la Segunda Guerra Mundial. Este último, de hecho, estuve a punto de comprarlo hace dos años, pero me pareció excesivamente arriesgado seguir invirtiendo sin haber sacado aún ningún libro. Finalmente ha sido editado este mismo año por La Fábrica, cosa de la que en cualquier caso me alegro porque es cojonudo. Muy recomendables los dos.
¿Eres de Madrid o qué te trajo aquí?
Soy de Capdepera, un pueblo de Mallorca. Me vine a Madrid hará… buf, catorce o quince años. Principalmente para no seguir poniéndoles copas a los alemanes, que parecía ser mi destino en caso de haberme quedado allí.
¿Cómo llevas lo de las redes sociales? A cuáles estás más enganchado (si es que lo estás)…
Personalmente las que más me gustan y las únicas en las que tengo cuenta son flickr y tumblr. La primera porque me sirve para conocer continuamente a cantidad de fotógrafos buenísimos de los que de otra manera probablemente no habría oído hablar jamás. También me gusta mucho cómo está diseñada y organizada, es una página muy limpia y ordenada. Tumblr, por otra parte, es una fuente de inspiración y de hallazgos constante. Yo utilizo el mío únicamente como archivo de imágenes para tener una especie de registro vivo de ilustradores y diseñadores que me van llamando la atención. En breve quiero empezar también un twitter, pero dedicado únicamente a lanzar avisos sobre las novedades de la editorial, para quien no quiera registrarse en la página web dejando su mail. Como ves, las uso más que nada con un ojo siempre puesto en el trabajo.
¿Cuál es tu top three de páginas que más visitas? ¿De qué van?
Una que nunca dejo de visitar es Fogonazos, el blog de Antonio Martínez Ron, que promete asombros diarios —principalmente relacionados con la ciencia, la tecnología y la naturaleza— y además lo cumple. También suelo entrar con regularidad en varias páginas dedicadas al diseño de portadas de libros. Hay muchas muy buenas, pero desde un punto de vista profesional quizá la más interesante sea FaceOut Books, en la que cada semana entrevistan a un diseñador acerca de una portada en concreto, para que explique el proceso de creación. Por último, me gusta mucho Today’s Inspiration, un blog dedicado a recopilar trabajos de ilustradores norteamericanos, principalmente de los años cuarenta y cincuenta, probablemente mi época favorita para la ilustración comercial.
¿A qué dedicas más tiempo durante el día? La editorial, traducir cómics, actualizar Cultura Impopular…
Intento reservar las mañanas para traducir todo lo que pueda, ya sea para mí, para otras editoriales o para estudios de doblaje, y por las tardes me dedico un poco más a lo que son las labores puramente administrativas de Es Pop. El blog lo mantengo a duras penas en momentos libres que voy robando de aquí y allá. Bueno, y también cuando me toca algún trabajo particularmente pesado con el que no me apetece nada ponerme. En esos momentos, tener la excusa de actualizar el blog me viene de maravilla (risas).


¿De dónde viene tu filia por la cultura Pop?
He crecido con ella. En mi casa siempre ha gustado mucho el cine, la música, la lectura… No puedo decirte un momento concreto en el que empezara a interesarme, siempre ha estado ahí.
Radiografías de una banda y de un cine… ¿Tienes pensado editar títulos de narrativa? ¿O cómics?
Cómics no, pero en febrero del año que viene lanzamos una nueva colección de narrativa coeditada junto a mis amigos de Valdemar. Serán libros “de género”, contemporáneos y bastante potentes, muy escogiditos. La idea es combinar el mimo con el que ha editado siempre Valdemar con un punto de vista un poco más moderno y atrevido. ¡Queremos sacudir el mercado del bestseller! (risas)
Además de George Pelecanos, ¿qué otras adicciones literarias tienes/has tenido? ¿Qué autores?
Buf, cantidad. De adolescente, Lovecraft, Stevenson, Conrad, Jack London, Eduardo Mendoza, Patricia Highsmith, Ballard, Hammet y Chandler, Stephen King, Bukowski, lo típico. Ahora mismo, de entre los contemporáneos, procuro que no se me escape ningún libro de James Ellroy, Ian McEwan, Julian Barnes, Phillip Kerr, Cormac McCarthy, Michael Chabon o el propio Pelecanos, ni las reediciones de clásicos de la literatura de bolsillo como Donald Westlake o Lawrence Block. Luego, como todo el mundo, pues voy por temporadas y ramalazos. Hace un par de años un amigo me recomendó mucho Yo que he servido al rey de Inglaterra, de Bohumil Hrabal, y me gustó tanto que no paré hasta haberme leído todo lo que tenía publicado en castellano. Y lo mismo me ha ido pasando con otros autores como John Fante, Daniel Pennac, Marc Behm, George MacDonald Fraser, Michel Faber, Albert Sánchez Piñol, Arturo Barea… No sé, la lista se va ampliando continuamente.
¿Qué joya tienes en casa… sea un disco, un cómic…?
Hace poco compré una edición norteamericana de 1912 de La llamada de la selva, con unas ilustraciones preciosas de Paul Branson, que me tiene encantado.
Cuando eras pequeño, ¿qué querías ser de mayor?
Paleontólogo. Me pasaba el día dibujando dinosaurios.
¿Qué te dicen en casa paterna? Editas las andanzas salvajes de Mötley Crüe, un libro sobre cine porno…
Hombre, no creo que lleguen a ser nunca sus libros favoritos, pero son libros, así que les parece bien. ¡Mejor que cuando trabajaba para una multinacional!
Al trabajar en tu propia casa… ¿cómo te llevas contigo mismo? ¿Mantienes cierto criterio organizativo para cumplir con los plazos o… tiendes a todo a última hora?
Intento ser bastante disciplinado con los horarios y cuando los encargos son para otros creo que lo consigo. Cuando trabajo para mí mismo sí que puedo llegar a ser un poco más caótico y acumular rachas de jornadas maratonianas con días de no hacer nada, pero intento controlarlo. Más que nada porque a lo de no hacer nada te acostumbras rápido.
¿Qué tipo de cine te ha dado más alegrías? (sin malicia)
La lista sería interminable. Desde hace años intento ver una película diaria y pocas veces dejo de hacerlo, así que imagina. Si quieres, te digo las tres que creo que he visto más veces: Grupo Salvaje de Peckinpah, El hombre tranquilo de Ford y El fuera de la ley de Eastwood.

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martes 29 de septiembre de 2009

Sexo en Varadero


Sharon Mitchell.

Si acabas de llegar hasta aquí atraído por el motor de búsqueda del Google y vanas promesas de noches tórridas en el Caribe en compañía de rotundas jineteras, lamento informarte de que este Varadero no es el real, sino otro virtual y más interesante, ya que así es como se llama el blog de Rubén Lardín, que ha tenido a bien colgar no una sino dos entradas hablando de El otro Hollywood, una historia oral y sin censurar de la industria del cine porno, de Legs McNeil y Jennifer Osborne con Peter Pavia. La más extensa, una reseña publicada originalmente en la revista Kiss Comix, la podéis leer aquí y dice cosas como ésta:

«Efectista y audaz en la narración, inteligentísimo tanto en la historiografía como en el rapto del lector, McNeil y sus colaboradores prestan especial atención a recodos morbosos como la masacre de Wonderland, propiciada por la decadencia de John Holmes, los pormenores de la infiltración de un par de agentes del FBI en una operación encubierta que debía desentrañar conexiones mafiosas, el parricidio de los hermanos Mitchell o el trágico final de Savannah. Historias bien sabidas por cualquier cinéfago pero nunca antes tan bien contadas. […] El otro Hollywood es apéndice y al tiempo hermanastro del Moteros tranquilos, toros salvajes de Peter Biskind, y como aquel es también un tratado de antropología, un zeitgeist cinematográfico bien definido por décadas y el retrato aproximado de un país entusiasta y en pañales como los USA. Se trata, sin duda, del mejor libro de cine de los últimos tiempos amén de un auténtico pasapáginas».

La otra, un texto escrito originalmente para Cinemanía, está centrada en realidad en la figura de Marilyn Chambers y sólo menciona el libro de pasada, pero igualmente se lee que da gusto, como todo lo que escribe Lardín, así que también os la dejo aquí. ¡Gracias, Rubén!

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martes 15 de septiembre de 2009

El sexo de Kane

Una de las ilusiones de algunos de los practicantes tempranos de este cine, gente como Damiano o Harry Reems, era que el pornográfico se convirtiese en un género con la misma dignidad que cualquier otro, que fuese aceptado como lo eran el melodrama o el musical y que en producciones del Hollywood convencional llegasen a verse escenas de sexo explícito igual que se ven bailes o escenas violentas.
Como sabemos, esto nunca sucedió. Hollywood llegó a defender al cine pornográfico ante los varios ataques legales que recibió, pero no aceptó las nuevas imágenes y sus posibilidades. Es en esa «traición» del cine convencional a aquel otro que conquistó una parcela de lo visible hasta entonces prohibida donde puede cifrarse en verdad el nacimiento de un «otro Hollywood», de una producción cinematográfica volcada exclusivamente en la satisfacción del deseo de ver ciertas imágenes por parte de un público entregado, una industria con sus propios equipos técnicos, sus propias distribuidoras, su propio star system.

El otro Hollywood reseñado por Rubén García López en Kane 3.
Sigue leyendo aquí.

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martes 8 de septiembre de 2009

Sexo público

«Los primeros actores y actrices llevaban vidas bastante pornográficas, todos se tiraban a todos. Hacerlo con una cámara no era para tanto y estaban contentos por cobrar 100 dólares al día», bromea Legs McNeil sobre los años de experimentación vital y sexual que acompañaron a la explosión del género. Como hippies se retratan a sí mismas en el libro Nina Hartley, Marilyn Chambers, la todoterreno Georgina Spelvin y el semental pionero Eric Edwards. Dos décadas después, los malogrados hermanos Mitchell, directores de otro de los primeros clásicos, Detrás de la puerta verde (1972), todavía prestaban su propio teatro a actos contra la guerra del Golfo. El otro Hollywood muestra a esta gente yendo de fiesta con representantes de la mafia que, en efecto, controló el negocio hasta la llegada de las grandes compañías en los noventa. Para McNeil, esto sólo es otra muestra de la ambivalencia humana. «Por eso prefiero que el lector juzgue por sí mismo, que se haga la pregunta de hasta dónde sería capaz de llegar en esas circunstancias». Preguntado por cuáles eran sus objetivos cuando empezó a definir el proyecto, McNeil habla de su necesidad de sacar a la luz una historia nunca contada.

Entrevista de Diego Sanz Paratcha con Legs McNeil, coautor de El otro Hollywood, una historia oral y sin censurar de la industria del cine porno, ayer en el diario Público.
Pincha aquí para ver un PDF con la entrevista completa.

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sábado 22 de agosto de 2009

Sexo ausente

Foto de Seka con dedicatoria para «Pat Salamone». Pincha sobre la imagen para verla entera.

Esta última semana, el siempre interesante Blog Ausente ha dedicado varias entradas a El otro Hollywood, una historia oral y sin censurar de la industria del cine porno. De las diversas cosas que comenta, me quedo sin lugar a dudas con esta:
«Lo mejor, además de la agilidad de lectura que procura Legs McNeil (que hace que un libro de 600 y pico páginas se consuma casi como un bolsilibro), es la perspectiva mayormente amoral que aporta. Todo narrador toma partido y nunca es imparcial, y así es también en su labor de montador de un rompecabezas de entrevistas, pero McNeil consigue que sean los protagonistas quienes narren historias a menudo trágicas (en un submundo que si bien se distingue por su capacidad de picar carne, no lo hace más que el Hollywood que le sirve de reverso en el título) pero también de amores imposibles y de personas que exploran su sexualidad exhibicionista con alegría y se muestran orgullosas de su profesión, sin excluir una emoción aparentemente tan distante como podría ser la ternura».

Podéis leer los demás comentarios aparecidos en El blog Ausente pinchando aquí, aquí y aquí. También hace unos días aparecía esta breve reseña en el blog Sexorama, de Sandra Uve.
Y aprovecho de paso para colgar la entrevista con Legs McNeil aparecida en el suplemento Neo del diario Levante a primeros de mes, realizada por Eduardo Guillot. Es la misma que ya publiqué aquí pero más extensa.
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miércoles 8 de julio de 2009

El reverso de la historia

Hoy, por gentileza de Eduardo Guillot, tenemos en Cultura Impopular una entrevista con Legs McNeil, coautor de El otro Hollywood y de Por favor mátame, la historia oral del punk. La entrevista aparece publicada este mes en el número de 275 de la revista Rockdelux y Eduardo nos la ha cedido generosamente para que podáis leerla también aquí.


Legs McNeil. Foto: Zoozoom.

LEGS MCNEIL: FIJACIÓN ORAL
Toda historia oficial tiene su reverso. O, al menos, su paralela versión secreta. Al mismo tiempo que en el cine norteamericano se operaba la revolución estética e ideológica que Peter Biskind se ha encargado de relatar en Moteros tranquilos, toros salvajes, surgía una nueva industria cinematográfica, la del porno. “Me di cuenta de que la historia del género era realmente interesante, y que nadie se había introducido seriamente en el tema”, comenta vía telefónica Legs McNeil para explicar la génesis de El otro Hollywood. Una historia oral y sin censurar de la industria del cine porno (Es Pop Ediciones, 2008), un libro escrito en colaboración con Jennifer Osborne y Peter Pavia que se adentra en los entresijos del cine para adultos hilvanando su historia a través de las declaraciones de sus protagonistas directos: mayoritariamente, actores y directores, pero también agentes de la ley y miembros del crimen organizado. “Todo el mundo colaboró sin problemas, desde la gente de la mafia hasta los agentes del FBI. Eso sí, muchos no quisieron hablar con nosotros hasta que supieron cuánto sabíamos ya. Entonces aceptaban sin problemas. Tenían claro que no les iban a hacer las mismas preguntas de siempre sobre la industria del porno. Fue divertido ir de unos a otros comprobando los hechos”.
Como en toda historia oral, McNeil y sus colaboradores se limitan a ordenar la ingente cantidad de material resultante de los centenares de entrevistas realizadas, poniendo al descubierto contradicciones y versiones dobles, pero sin intervenir de manera directa, aunque el autor tiene una opinión muy clara sobre el porno. “Como en cualquier otra disciplina, sean artículos de prensa, shows de televisión o bandas de rock and roll, el 99% es basura, pero hay un 1% que realmente vale la pena. Si lo sitúas en el contexto actual, en que todo es bastante cutre, no creo que sea diferente de cualquier manifestación artística. Todo se hace por dinero y sólo unos pocos, como John Stagliano o Rocco Siffredi, han convertido el porno en una forma de arte”.


Legs McNeil, Peter Pavia y Jennifer Osborne. Foto: Justin Makler.

McNeil abordó la tarea que supone confeccionar un libro como El otro Hollywood sabiendo el terreno que pisaba. Años atrás, había utilizado el mismo método en Por favor, mátame: La historia oral del punk (Discos Crudos, 2008), escrito junto a su novia, Gillian McCain. “Fue un trabajo duro y complicado. Cuando lo estaba haciendo, nadie más pensó que fuera una buena idea. Y mucha gente que no tenía ni idea me dijo que era un esfuerzo inútil, porque los punks no leen. Quince años después de su publicación, el libro sigue vendiéndose en todo el mundo. Pero bueno, fue lo mismo que me dijeron sobre el porno, y lo hice de todos modos. No tenía que pedir permiso a nadie”.
En ambos casos era la persona idónea para afrontar una tarea de tal magnitud. A mediados de la década de los setenta, en Nueva York, McNeil había sido el fundador, junto al ilustrador John Holmstrom (busquen su firma en las portadas de los discos de Ramones Rocket To Russia y Road To Ruin) de un fanzine denominado Punk, un término que terminaría englobando el movimiento musical surgido en torno a los clubs CBGB y Max’s Kansas City. “Fue una idea estúpida. No había revistas sobre los nuevos grupos porque no le interesaban a nadie. Por aquel entonces, se llamaba punks a los presidiarios que eran sodomizados por otros convictos, y a los grupos no les gustaba el término, porque carecía de atractivo comercial”.
En cuanto a su relación personal con el porno, McNeil figura como guionista de Public Affairs (Tony English, 1998) y Una madura insaciable (Still Insatiable, Veronica Hart, 1999). “Era divertido escribir los guiones. Sólo tenía que poner en el papel mis fantasías para que las hicieran otros. Quien me introdujo en ese mundo fue Jane Hamilton, que solía actuar en los años setenta y primeros ochenta bajo el seudónimo de Veronica Hart. Yo no quería abordar el porno como periodista, sino como uno más del gremio, porque sabía que todo el mundo estaba harto de los tipos que se dedican a husmear para hablar de sus aspectos más sórdidos. Eso no me interesaba”.


Joey Ramone y un joven Legs McNeil. Foto: Tom Hearn.

También existía un proyecto para llevar al cine Por favor, mátame, que habría dirigido Mary Harron (I Shot Andy Warhol, American Psycho), quien también vivió en primera persona los turbulentos años de esplendor de la escena rock del Bowery. “Se canceló. Nunca llegamos a ver el contrato. Que les jodan. Es un asunto desagradable. No volveré a escribir un guión para la gran industria en toda mi vida”.
Cuando mira hacia atrás, Legs McNeil no siente nostalgia. “Añoro a los amigos que han muerto, que son la mayoría, pero no echo de menos aquella época, porque entonces estábamos todos en la ruina, nadie tenía un duro. Era todo muy cutre, vivíamos como vagabundos, aunque ahora parece que fuéramos creadores de tendencias. Lástima que tanta gente ya no esté entre nosotros. Cuando me puse a trabajar en El otro Hollywood, mi editor me dijo que no sería un best-seller, pero que nunca dejaría de venderse. Y creo que tenía razón. Acaba de morir Marilyn Chambers, y mucha otra gente que aparece en el libro también ha fallecido, así que, en mi opinión, cada vez es un texto más valioso. Pasa lo mismo con el rock, y esa es la parte triste de hacer este tipo de libros: he visto morir a mucha gente de la escena punk y del mundo del porno de los setenta a los que consideraba mis amigos”.
Eduardo Guillot


Marilyn Chambers.

Y ADEMÁS, EN EL QUIOSCO…
Este mes, entrevista también con Mick Mars en el número 429 de Popular 1. Emilio R. Cascajosa define El otro Hollywood como «el tocho con el que el señor Legs McNeil cumplió su objetivo de dar voz a la industria del cine X con una concienzuda maniobra de periodismo activo; un estuario de casi setecientas páginas donde desembocan ríos de flujos corporales, drogas y sueños truncados» en su reseña para Ruta 66. Y en el último Mondo Sonoro, Joan S. Luna resume Los trapos sucios de la siguiente manera: «Si aún existe quien considera a las bandas de sleazy angelino de los ochenta una panda de maricas, está claro que es porque nunca se ha atrevido a leer Los trapos sucios, sin duda uno de los libros indispensables para adentrarse en un auténtico universo de «sexo, drogas y rock’n’roll». De todo, encontrarán aquí, en grandes cantidades y bien revuelto, resumiendo un estilo de vida realmente salvaje». Más al grano, imposible.

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viernes 19 de junio de 2009

A todo trapo

El suplemento EP3 del diario El País publica hoy una entrevista con Vince Neil, cantante de Mötley Crüe, a propósito de su concierto de mañana en el Kobetasonik de Bilbao y de la publicación en España de Los trapos sucios. A continuación, un par de respuestas de Vince centradas directamente en el libro.

EP3. Los trapos sucios se acaba de publicar en España. ¿Cambiarías algo del libro?
Vince. No podemos, porque todo es verdad. Cuando se publicó, le pedí a mi tercera mujer que no lo leyera. Me prometió que no lo haría, pero lo hizo. Al día siguiente, me llamó para pedir el divorcio [risas].
EP3. Es que tanta sinceridad…
Vince. Es lo que queríamos. Una biografía real, de verdad. Pocas bandas se atreven a publicar un libro así. Quizá porque la mayoría están casados. Nunca quisimos ser una banda salvaje. Pero fue lo que ocurrió.
EP3. Han pasado ocho años desde Los trapos sucios, la autobiografía de Mötley Crüe. ¿Cómo se llamaría una posible segunda parte sobre estos últimos tiempos?
Vince. The Dirtier [Lo más sucio].
EP3. ¿Está todo contado u os habéis guardado algún secreto?
Vince. Está todo contado, o por lo menos, lo que recordamos. Nos faltan algunas piezas en la memoria, pero el 99% de lo que nos ocurrió está en el libro.
EP3. Se decía que ibais a convertir el libro en una película. ¿Qué ha pasado?
Vince. Una gran empresa compró los derechos hace nueve años. Leímos el guión y estaba guay. Hasta la iba a dirigir David Fincher [El club de la lucha, Seven, Zodiac…]. Pero no tenemos ni idea de cómo va el proyecto.
EP3. ¿Quién querrías que hiciese de ti?
Vince. Sería mejor que lo hiciesen actores desconocidos. No me veo con la cara de Val Kilmer.
EP3. Hombre, y se hace difícil imaginar a Leonardo DiCaprio con unas mallas ajustadas de leopardo y un cardado gigante…
Vince. Bueeeeno, no estaría mal.

Pincha aquí para leer el resto de la entrevista en la página web de El País.

Pincha sobre las imágenes para ampliarlas.

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martes 16 de junio de 2009

Raise Your Hands To Rock

El próximo sábado 20 de junio, en el marco del festival Kobetasonik de Bilbao, Mötley Crüe presentará en directo, por primera y única vez en España, su último disco: Saints of Los Angeles, basado en las vivencias recogidas en su libro Los trapos sucios, del que esta misma semana ponemos a la venta la segunda edición, coincidiendo con el evento.

Además de en los puntos de venta habituales (FNAC, Casa del Libro, librerías recomendadas) y, como siempre, a través de la web de Es Pop, este fin de semana podrás comprar también tu ejemplar de Los trapos sucios en el stand de merchandising oficial del Kobetasonik y en el stand de la organización en el Día de la Música de Madrid (21 de junio, Matadero de Madrid). Mientras tanto, siguen llegando las reseñas:

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No se me ocurre nada más destinado a hacer infeliz a alguien que dejar de hacer
conscientemente lo que te apetece porque la gente quiere que hagas otra cosa.
Chuck Klosterman
Popsy